domingo, 23 de enero de 2011

El Orgasmo Femenino:


El Orgasmo Femenino:

El orgasmo femenino ha sido siempre un tema de interés y de fascinación. A diferencia del orgasmo masculino, visible por la eyaculación de semen, el orgasmo femenino carece de señales evidentes que prueban la obtención del orgasmo. Es quizás por eso que el orgasmo femenino ha sido tan misterioso para hombres y mujeres.

Bueno, podemos empezar diciendo que no existe un patrón similar para el orgasmo femenino. Diferentes mujeres experimentan distintas sensaciones, intensidad y duración. Entonces es difícil describir en definitiva el orgasmo femenino. Sin embargo, podemos describir en 4 etapas el ciclo de Respuesta Sexual de la mujer, las cuales muestran que ocurre cuando una mujer se excita durante cualquier acto sexual, ya sea durante la masturbación o el coito. Estas 4 etapas han sido denominadas como: excitación, meseta, orgasmo y resolución. Es importante mencionar que estas etapas no tienen un marcado inicio o final, sino mas bien ocurren como un proceso continuo durante la respuesta sexual. Y en la mujer, este ciclo demora por lo general unos 15 minutos, a diferencia del hombre que usualmente llega al orgasmo entre 3 y 5 minutos. Por esta razón es que muchas mujeres no logran llegar al orgasmo.

La primer fase, denominada excitación, puede durar sólo unos minutos o varias horas después de iniciada la estimulación erótica. Por lo general, esta fase se inicia 10 a 30 segundos después de haberse iniciado la estimulación. Físicamente la mujer experimenta la lubricación, expansión y crecimiento de la vagina, el hinchamiento de los labios mayores y menores de la vagina, clítoris y senos. Además, hay un aceleramiento de los latidos del corazón, de la presión arterial y de la respiración.

En la segunda fase, de la meseta, los cambios experimentados en la etapa de excitación se acentúan. Los labios vaginales se engrosan y cambian levemente de color, además, las paredes vaginales se llenan de sangre y el orificio vaginal crece. El clítoris se llena de sangre y se vuelve erecto. Al igual que en la primera etapa, los latidos del corazón y el pulso continúan acelerándose. Además, los músculos de los muslos, caderas, manos y nalgas se tensan. En esta fase, se puede dar un enrojecimiento de la piel, que por lo general se da en el estomago, pechos, hombros o cara.
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La tercera fase, la del orgasmo, es la etapa clímax del ciclo, y es por lo general la etapa mas corta, durando sólo unos segundos. En esta etapa, la mujer experimenta una serie de contracciones musculares involuntarias en la vagina, útero y/o recto, las cuales resultan muy placenteras. El número y duración de estas contracciones depende de cada mujer. En esta etapa, la velocidad de respiración, pulso y presión arterial llegan a su máxima aceleración. La tensión muscular llega también a su punto más alto, acompañados por lo general de reflejos musculares en las manos y pies.

La cuarta fase, la de resolución se caracteriza por el retorno a un estado de reposo. Esta fase puede durar de 5 hasta 60 minutos. En esta fase, el útero y el clítoris regresan a sus posiciones normales, ocurre un relajamiento de los músculos, el enrojecimiento de la piel y la hinchazón de ciertas partes desaparecen. Durante, esta fase, algunas mujeres pueden responder a estimulación adicional luego del orgasmo, a diferencia del hombre.


Es importante mencionar que el orgasmo en una mujer, es un comportamiento que se aprende y no algo que se nace sabiendo. Obtener el primer orgasmo es un proceso que requiere práctica y mucha paciencia. A diferencia de los hombres, que tienden a masturbarse desde muy jóvenes, las mujeres empiezan a experimentar su sexualidad mucho después. Esto dificulta en muchos casos la obtención del orgasmo.

También es importante recordar que muchas mujeres, es mas, se puede decir que la mayoría, necesitan que el clítoris sea estimulado directamente para poder llegar al orgasmo. Es decir, no basta sólo con la penetración para que una mujer llegue al orgasmo. En muchos casos, durante la penetración vaginal, el clítoris no recibe la necesaria estimulación, por eso se debe recurrir a la estimulación manual, oral u otras posiciones que proporcionen estimulación directa y consistente al clítoris.

Por último, para que la mujer llegue al orgasmo es tan importante la lubricación de la vagina, como lo es la estimulación del clítoris. Una vagina que no está lubricada lo suficiente resultará en una penetración dolorosa, bloqueando la obtención del placer y, por consiguiente, evitando que la mujer llegue al orgasmo. Por eso es muy importante que previo a la penetración, durante la fase de excitación, la mujer reciba el suficiente estímulo erótico para poder lubricar la vagina y lograr que esta se expanda y crezca para recibir el pene. Una buena regla a seguir es que la mujer dicte cuando debe ocurrir la penetración, de esa manera ella se asegura de estar lista para recibir el pene.


El secreto para obtener el mayor placer de una relación sexual es conocer lo que ocurre en nuestro cuerpo, al igual que en el de nuestra pareja, y mucha comunicación.

miércoles, 19 de enero de 2011

Sexo oral


Sexo oral

Para practicar tanto una felación como un cunnilingus, hay ciertas cosas que debemos tener en cuenta, como por ejemplo: Mucho cuidado con los dientes. No están invitados a esta juerga. Permíteles, como mucho, algún roce muy, muy delicado. A medida que notes que aumenta su excitación, incrementa tú también el vigor de tus caricias. Presta atención a sus gestos. Te indicarán qué es lo que más le excita y, por consiguiente, dónde debes insistir.

Cunnilingus. Con las yemas de los dedos, juega con su vello público, pellizca los labios mayores, juntándolos y besándolos lentamente. Ábrete paso separando sus labios suavemente con tu nariz y permite que tu lengua acaricie su sexo. Forma círculos lentamente con tu nariz, labios y barbilla. 
Afirma tus labios a los de ella. Bésala profundamente. Mordisquea y chupa suavemente el clítoris. Intenta tomar su clítoris entre tus labios. Cuando notes su sexo muy húmedo, sopla suavemente. Provoca una sensación muy agradable. 


 Forma una "U" con la lengua y propíciale largas y suaves lamidas, comenzando en el clítoris y acabando en la entrada de su vagina. Endurece tu lengua (como cuando haces burlas) y juega con ella en la entrada de su vagina, intentando introducirla dentro. 
Si optas por introducir un dedo en su vagina, no lo hagas desde el principio. El placer que provoca el dedo "distrae" al que obtiene de tu lengua. Algunas mujeres cuando llegan al orgasmo, y durante corto espacio de tiempo, no soportan que les acaricien el clítoris.
Asegúrate que no sea el caso de tu pareja. Su boca y tu boca lamiendo tu sexo y su sexo, respectivamente, en una perfecta conjunción donde el sudor, amor, pasión y deseo aumentan y crecen hasta estrellarse en los muros del placer máximo llamado orgasmo. El 69 Como habréis supuesto el 69 no es otra cosa que ambos amantes se hagan mutuamente una felación y un cunnilingus. Es una experiencia alucinante. El sexo oral es una de las variantes más deliciosas del amor... y para llevarla a cabo se sólo necesita: limpieza en el cuerpo, sobre todo en los genitales, manos y boca; un poco de osadía condimentada con una pizca de imaginación y muchas... ¡muchas ganas de gozar!

Técnica Es importante diferenciar qué es lo que más excita a la mujer durante este acto. La estimulación del clítoris suele proporcionar las sensaciones más intensas, pero sin olvidar el contacto con los labios y otras zonas, que resultan muy sugestivas. Una de las mejores posturas, para esta acción, es en la que el hombre sitúa su cabeza entre los muslos de su pareja. 
Colocando un cojín o con las manos, el hombre puede levantar las nalgas de ella mientras esta está estirada, así el hombre tendrá una mayor facilidad para acceder sin problemas a la vulva de su pareja


Felación. Forma una 'O' con los labios, ponlos cuidadosamente en la punta de su miembro y mueve la cabeza en círculos diminutos. Coloca los labios ajustándolos al tronco y recórrelo, primero a un lado y después al otro. Coge la punta de su pene suavemente entre tus labios, con giros rápidos, besándolo tiernamente y tirando hacia atrás de su suave piel. Permite que el glande se deslice completamente en tu boca y presiona el tronco firmemente entre tus labios. Sostén la presión un momento antes de soltar. 
Forma de nuevo un círculo con tus labios y besa a todo lo largo de su longitud, succionando y besando al mismo tiempo. Mientras besas, permite que tu lengua "aletee" por todo su pene acabando en el extremo. Golpeando con ella repetidamente la sensible punta del glande.
Permite que su miembro penetre en tu boca tan profundamente como te sea posible (sin ahogarte, mujer), presionándolo y chupándolo. No le soples nunca dentro en el pene. Puede ocasionar una infección. También puedes acariciar y besar sus testículos. No consientas que te digan otra cosa: La decisión es tuya. Puedes permitir o no llegar hasta el final y que él eyacule en tu boca. Igual que puedes tragarlo o no, según te agrade o no su sabor.

Muchas mujeres disfrutan mediante este acto de sensaciones de poder e intimidad con su pareja Es muy importante que los dos conozcan sus preferencias, una buena actitud es la de crear una serie de normas para dejar clara la situación. Para casi todas las mujeres es muy importante la limpieza. Si la mujer no quiere que su compañero le eyacule en la boca, es bueno que los dos acuerden una señal previa para poder retirar el pene a tiempo. Con la práctica, la mujer descubrirá que no la hace falta sujetar el pene, dejando las manos libres para estimular otras partes de su pareja.
 
SABOR DEL SEMEN
El semen o esperma es el líquido que secretan las glándulas genitales masculinas, su sabor es algo insípido y su textura viscosa. En cada eyaculación puede eliminarse una cantidad de 3 a 5 cm3. Durante el sexo oral no necesariamente tienes que tragarte el semen, pero si por algún motivo lo tragas, no te causará ningún daño y mucho menos quedarás embarazada. 
Este es un acto sexual que te puede producir una gran excitación a tí como a tú pareja, no lo entiendas nunca como una obligación para él, sino lo tienes que entender como una excitación muy grande para ti, todo ese semen corriéndote por tú boca, por tus senos, por tus nalgas o por tu culo te causará importantes sensaciones.
Por último solo aconsejaros que lo probéis, y busquéis vuestro propio estilo a la hora de realizar el acto.

Masturbación Masculina

Masturbación Masculina:
Cuando un varón llega a la adolescencia empieza a atravesar importantes cambios en sus emociones. La conciencia sexual se acentúa e intenta liberar la tensión erótica mediante la masturbación, esto se acentua cuando no tiene pareja. Muchos hombres continúan masturbandose durante toda su vida, incluso cuando mantienen relaciones con otra persona. Según diversos estudios, un 94% de hombres se han masturbado alguna vez hasta llegar al orgasmo. Mediante la experiencia personal se aprenden las técnicas y ritmos que dan mejor resultado. De esta forma el hombre conoce sus respuestas y se puede anticipar al orgasmo.

El uso de lubricantes reduce la fricción y puede hacer que aumente el placer.








El método clásico
En general, el hombre se masturba sujetando con una mano el cuerpo de la verga e imprimiendo un movimiento rítmico de vaivén, al mismo tiempo que acaricia el tallo de arriba a abajo. La mayoría estimula también el glande y el frenillo (bajo el glande, en la parte inferior). Algunos consiguen llegar al orgasmo frotando el glande cada vez más rápido. Para otros, con una sensibilidad extrema, esta maniobra puede ser dolorosa. El nivel de presión, la rapidez y la amplitud del movimiento varian de un individuo a otro.

Lo más importante es el ritmo: la regularidad crea la tensión sexual. También puede acariciar, masajear o sujetar los testículos al mismo tiempo, o frotar el periné (zona situada entre los testículos y el ano). Presionar la base del tallo aumenta la sensibilidad y facilita la erección. Para cambiar, acaricie suavemente con los dedos el pene y los testículos hasta tener una erección, luego utilice 2 o 3 dedos y el pulgar, en lugar de utilizar toda la mano, para efectuar el movimiento de vaivén.

Un poco más difícil: intente mantener un dedo en el frenillo, deslizando los otros dedos y el pulgar por encima del pene, en un movimiento corto. Para estimular zonas diferentes, basta con efectuar el movimiento girando la muñeca y la palma del otro lado del pene.

El orgasmo.
Se suele tardar entre 2 y 5 minutos en alcanzarlo. Aunque depende del estrés, el cansancio y la excitación. La mayoría acarician el pene (o frotan el glande) cada vez más rápido cuando sienten que va a llegar el orgasmo. Otros sujetan sus testículos o la base del tallo mientras están eyaculando. Si desea retardar la eyaculación, debe ir más despacio o detener el movimiento, y luego volver a empezar. La sensación de placer durará más y el orgasmo será, sin duda, más intenso (aunque, al contrario, puede resultar menos fuerte si lo ha retardado durante demasiado tiempo). Cuando el hombre llega al orgasmo, ralentiza o detiene la estimulación. En ese momento, el pene y, sobre todo, el glade son extremadamente sensibles.

Para aumentar la excitación y el placer.
Puede masturbarse en la cama, en el sofá, etc., pero también de pie o delante de un espejo: eso no quiere decir que sea narcisista y, en cambio, puede contribuir a aumentar la excitación. Los "auxiliares", revistas y películas porno, no son precisamente muy "eróticas". Las fantasías sexuales son un estimulante mucho más eficaz. Algunos hombres se sientan incluso sobre sus manos antes de masturbarse. Así, las manos estarán medio dormidas y resulta más fácil imaginar que es otra persona quien le está acariciando.

Utilización de un gel lubrificante.
Muchos utilizan la saliva para lubrificar el sexo; de esta forma las sensaciones de la masturbación se parecen más a las de una penetración. Sin embargo, a veces la saliva no es suficiente. La mejor solución es utilizar una leche hidratante, o mejor, un lubrificante a base de agua. Además de ser (casi) interminables, proporcionan una sensación diferente, ya que permiten un frotamiento más intenso con toda la palma de la mano directamente sobre el glande (parte muy sensible). El lubrificante a base de agua evita que los penes sensibles se irriten.









Con una almohada para más realismo.
De pie o de rodillas con una almohada doblada delante de usted, de tal forma que simula la cavidad vaginal y le permite fantasear con el coito. También puede colocar la almohada a la altura de la ingle, frotando el pene de adelante hacia atrás y hacia arriba.





Esta técnica permite aumentar la excitación. Justo antes del orgasmo, puede pasar, si lo desea, al método clásico o a una estimulación más directa. Si no, acelere el movimiento como durante el coito. Gracias a esta técnica podrá dar un toque realista a sus fantasías.

Con un "Sexy Toy".

Los masturbadores o estimuladores de látex cubren todo o parte del pene, permitiendo la estimulación de todo el sexo. Los hay que incluyen un vibrador de pilas, normalmente de velocidad variable, que aporta una sensación nueva de masaje. El material empleado (látex y derivados) es muy suave, y los progresos tecnológicos han llegado a recrear materiales sorprendentes, muy parecidos a la piel humana. Su forma varía: simples y prácticos, o más "reales" y con forma de vagina.



¿Y las muñecas hinchables? ¡Por qué no! Muchos hombres son decididos partidarios de las muñecas. Se deben escoger los modelos de látex y no los de plástico simple, con los que hay que ser mucho más imaginativos. Asimismo, numerosos artilugios "penetrantes" pueden ayudar a estimular el ano, la próstata y el punto G masculino. Pero no todos están dispuestos a realizar estas estimulaciones que, sin embargo, son completamente naturales... 

Bajo la ducha para prolongar el placer.
De pie o sentado, podrá utilizar el jabón o el champú como lubrificantes. Sin embargo, es mejor evitar cualquier irritación; escoja de preferencia un lubrificante que no dañe la piel. La presión del agua sobre el glande y el pene es una sensación muy voluptuosa. Con esta técnica estimula todo el cuerpo: puede comenzar enjabonándose como lo haría su pareja, luego se puede masajear el ano, el periné, el escroto y los testículos, antes incluso de tocar al pene. Puede continuar con el método clásico .



Dado que el pene y el glande no han sido estimulados inmediatamente, puede que necesite un poco más de tiempo para llegar al orgasmo. Otra ventaja: el "lavado automático" ¡ Ya no necesita limpiar el esperma con un pañuelo después de la eyaculación !

¿Cómo masturbar a un hombre?

La masturbación es de gran ayuda para que las personas mayores alcancen la erección. Con suaves caricias puedes llegar a alcanzar el orgasmo, pero el pene también admite una estimulación con menos sutileza. Rodea el cuerpo del pene con la mano y mueve la piel arriba y abajo ritmicamente, la velocidad, duración del movimiento y la presión a ejercer depende de cada persona, comentalo con tu pareja para que te indique lo más adecuado. El frenillo, zona justo debajo del glande con el pene erecto, puede resultar muy estimulante. 



A medida que tu pareja va llegando al orgasmo aumenta la velocidad de los movimientos. Tras la eyaculación el glande se vuelve muy sensible por lo que hay que dejar de apretar. Estimulación de los testículos Para casi todos los hombres es muy relajante que les acaricien los testítulos, eso sí, siempre con suavidad. Coje el pene con la mano y usa la otra para cubrir y recorrer los testículos y acariciar la zona entre los testículos y el ano. Esta zona es muy sensible. 
El escroto (bolsa que contiene los testículos) es como si fueran los labios exteriores de la mujer, por eso aunque las caricias y los besos produzcan sensaciones muy agradables, no es probable que desemboquen en un orgasmo.

martes, 18 de enero de 2011

Masturbación Femenina


Masturbación Femenina:


¿Es la masturbación cosa de hombres?

Los chicos se masturban, solos o en grupo; lenta o rápidamente; en una postura o en otra, pero el caso es que los chicos se masturban.
Pero ¿y las chicas? Siempre se consideró que la masturbación era cosa de hombres. De hecho aún hoy parece que lo sea. Apenas se habla de masturbación femenina.

¿Qué hay de malo en procurarse placer a una misma? Nada. Nada de lo que avergonzarse, nada de lo que sentirse culpable. Masturbarse debería considerarse algo natural, algo primordial que forma parte de nuestras vidas, exactamente igual que comer o dormir. Hay muchas razones para autosatisfacerse, aunque luego no se lo cuentes a nadie. Básicamente es liberador, divertido y sano, muy sano (hasta la OMS. ensalza sus virtudes)

Entre un 70 y un 82 por ciento de las mujeres se masturba hasta el orgasmo alguna vez en su vida. Muchas empiezan pasados los 20 años, o cuando ya han realizado el coito. Es posible que algunas mujeres no se masturben nunca. La frecuencia suele variar dependiendo de las circunstancias, pero la investigación demuestra que las mujeres que mantienen una relación sexual activa, se masturban tanto como las que no la mantienen. La masturbación es un excelente modo de descubrir tus respuestas sexuales, además de satisfacer tus deseos. La masturbación es una experiencia muy personal y privada.

Muchas mujeres descubren masturbandose formas mejores de excitarse y de llegar al orgasmo durante el coito, incluso puede contribuir a que algunas experimenten orgasmos múltiples. Hay mujeres que se tumban quedandose quietas al masturbarse, usando las manos sólo con los genitales. Otras prefieren moverse vigorosamente y acariciarse los pechos con las manos, además de los genitales. También se puede recurrir al uso de lubricantes para ayudar a que los dedos se deslicen, intensificando el placer de la masturbación.

¿Cómo masturbar a una mujer?

Las necesidades sexuales de cada mujer varían ampliamente, cada mujer tiene sus propias preferencias y deseos. Lo mejor es descubrir cuales son las necesidades de tu compañera, para ayudarte puedes pedirle que te guíe su mano y te enseñe lo que más le gusta. No es necesario que te concentres sólo en los genitales, recuerda también los senos y el ombligo. Acaricia el prepucio del clítoris de tu compañera, primero por un lado y después por otro, acordandote de variar el ritmo y la presión. 


Es fundamental que las presiones sobre el clítoris sean pequeñas para no reducir la estimulación. Los labios menores o internos son muy sensibles al tacto. Acaricia la vagina con toda la mano y si la lubricación es adecuada introduce tus dedos en el interior de la vagina.

MASTURBACIÓN MUTUA
La masturbación mutua es una buena manera de preparar el camino hacia el coito, o continuar cuando el camino hacia el coito completo resulta dificil, por enfermedad, por encontrarse en la última etapa del embarazo o bien por que a uno de los dos no le apetece sexo con penetración Gracias a las manos se pueden realizar movimientos de una gran precisión, que harán que los dos disfrutéis de las mejores sensaciones juntos. 

Mediante caricias descubrirás con todo detalle el cuerpo de tu pareja. Y mediante estos pequeños juegos podrás expresar de forma libre tus deseos y prefencias, haciendole saber a tu pareja lo que más te gusta.

lunes, 17 de enero de 2011

EL PUNTO “G”

EL PUNTO “G” FEMENINO:
El punto G se halla ubicado a lo largo de la parte superior frontal de la pared vaginal, avanzando unos cinco centímetros hacia el estómago. La mejor forma de localizarlo es insertar uno o dos dedos algo doblados hacia arriba. Realice un movimiento como queriendo decir con un gesto ¡ven aquí!. El área es del tamaño de un pequeño garbanzo pero que al excitarse adquiere el tamaño de una nuez y es probable que al ser estimulada la mujer sienta necesidad de orinar. Eso es porque al igual que la próstata cuando se agranda presiona nervios que controlan la vejiga urinaria. Si continúa la estimulación la molestia es reemplazada en muchas mujeres por una sensación placentera. 


Y más aún, algunas mujeres pueden llegar a experimentar orgasmo, incrementando en otras la longitud del orgasmo y habilitando multi-orgasmos.

EL PUNTO “G” MASCULINO:
Esta glándula no está a la vista, y para muchos de los hombres nunca existirá porque no se dejarán tocar su Punto G. Para acceder a él hay que introducir un dedo en su ano unos cinco centímetros y presionar hacia delante (hacia su pene) un pequeño abultamiento que se debe notar a esa altura. Quienes lo han probado no dudan en repetir, aunque son muchos los que no quieren descubrir este punto por miedo. Todavía quedan estos tabúes, pero cada pareja es libre de experimentar. El consejo de los expertos es utilizar un preservativo u otra cosa para lubricar la zona y evitar hacer daño.
Para el hombre, las caricias en los genitales son estímulos que provocan una excitación inmediata, muy parecida a la que puede recibir la mujer cuando se le estimula esa zona rugosa de la vagina. Los hombros, las palmas de la mano, la espalda, el pecho y los pezones son sus otros puntos débiles en la intimidad. El frenillo, zona justo debajo del glande con el pene erecto, puede resultar muy estimulante. Pero sin duda alguna el hombre encuentra en los testículos uno de los llamados puntos G. Para casi todos los hombres es muy relajante que les acaricien los testículos, eso sí, siempre con suavidad. Para experimentar placer se debe de coger el pene con la mano y usar la otra para cubrir y recorrer los testículos y acariciar la zona entre estos y el ano. Esta zona es muy sensible.